Dr. Horacio Erik Avilés Martínez
Desde hace años, la educación en Michoacán ha sido ponderada con cifras alarmantes en diversos indicadores educativos, por estudios nacionales e internacionales. Por ejemplo, las pruebas PISA 2006 y ENLACE 2009 señalan un bajo aprovechamiento en comprensión lectora y matemáticas. Es de destacarse el panorama que presenta el estudio que realizó la asociación civil Mexicanos Primero, el cual define y desglosa un Índice de Desempeño Educativo Incluyente, que se encuentra ponderado de acuerdo al desarrollo humano de cada entidad federativa. En el citado informe, Michoacán ocupa el lugar 31 en eficiencia del sistema escolar en el nivel primaria y el 32 en secundaria. En particular este reporte señala focos rojos en deserción escolar, en eficiencia terminal y en participación organizada de los padres de familia en las comunidades de aprendizaje.
A raíz de las constantes menciones al respecto en los medios de comunicación, ha habido respuestas favorables por parte de las autoridades educativas, mostrando disposición por colaborar para alcanzar desarrollo educativo en Michoacán. Sin embargo, realizar los mismos procedimientos arrojarán los mismos resultados de siempre. Es el momento de implementar estrategias transversales que permitan la solución integral del rezago educativo.
La propuesta concreta radica en implementar el ajedrez en la educación básica, principalmente en las escuelas primarias públicas como materia. El principal enemigo en el ajedrez no es el oponente, sino la falta de difusión del deporte ciencia. Abatirlo implica alfabetizar ajedrecísticamente a la sociedad michoacana. Beneficiarse de las competencias que cataliza el ajedrez en el ser humano, es tarea de todos los actores que estamos involucrados en ello.
La argumentación para realizar una empresa de tal envergadura radica en estudios que se han realizado a nivel internacional, como en la antigua URSS, en donde se encontró que el ajedrez estimula al menos 16 habilidades en el ser humano, a saber:
1) Reservar la fuerza física y preservar la salud
2) Capacidad de resolver problemas en situaciones de stress
3) Autocontrol
4) Capacidad para distribuir la atención sobre muchos factores
5) Habilidad para percibir relaciones dinámicas
6) Mente contemplativa
7) Perseverancia
8) La capacidad de pensar objetivamente
9) Capacidad de pensar de manera concreta
10) Una memoria de gran alcance
11) Poder de pensamiento sintético y la imaginación
12) Capacidad combinativa y heurística
13) Disciplina personal
14) Perseverancia
15) Dominio de las emociones
16) La confianza en sí mismo
En suma, desde el principio, el encontrarse ante un tablero de ajedrez, implica recorrer un un plano cartesiano, que habitúa al iniciado a deslizarse por una realidad en la cual la lógica, las matemáticas –simples, si se quiere ver así, pero reiteradas- son cotidianas. El pensamiento lógico, el ser capaces de escribir lo que se piensa, antes de realizar un movimiento, el poder tomar decisiones desde la más tierna edad, es un antecedente sólido del tan en boga tópico de la planeación estratégica, que actualmente también se ha extrapolado al ámbito personal. La administración del tiempo es imprescindible: si se termina el tiempo, has perdido. La lucha por un concepto, por defender un plan, en el ajedrez, vuelve vigente un célebre apotegma de Benito Juárez, “el que abandona la idea, pierde”.
Estadísticas de la Asociación de Clubes de Ajedrez de Michoacán, A.C. que se recaban desde 2005, indican que el 92% de los ajedrecistas que participan en los torneos son menores de 30 años y el 72% de ellos se encuentran actualmente estudiando, cifra que es plenamente superior al promedio de los jóvenes menores de 30 años, entre quienes hay mayor deserción escolar. Hay correlación al menos entre la práctica del ajedrez y eficacia educativa entre los trebejistas juveniles que participan en los torneos que realiza la ACAMAC.
Las cifras más recientes, emanadas del actualmente finalizado Campeonato Estatal Abierto “Luis Donaldo Colosio”, nos encontramos con una amplia participación de jóvenes. El 92% de los participantes son menores de 30 años. El ajedrez de alto rendimiento es un deporte para jóvenes.
Ante este panorama, surgen dos interrogantes que comparto con los amables lectores: ¿Cómo atender a los ajedrecistas? y ¿cómo detonar la masificación del ajedrez en Michoacán?
Ha habido dos casos particulares en años recientes. En materia de deporte selectivo y de alto rendimiento, Michoacán ha obtenido seis medallas en las ediciones 2008 y 2009 de la Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil. Asimismo, una medalla de plata en la Universiada Nacional 2009. Hemos tenido representación en el Campeonato Iberoamericano de Mar del Plata, 2009 y en el Campeonato Mundial en Turquía, 2009. Este año promete ser mejor aun que los anteriores al respecto. Sin embargo, no basta el deporte selectivo para saciar la sed de ajedrez que existe en nuestra entidad. Los campeones actuales, así como los buenos resultados recientes, no han coadyuvado a que el deporte –ciencia se popularice.
El segundo caso es el espectáculo que resultó ser el Torneo Internacional de Linares- Morelia, que si bien, fue sumamente vistoso y un deleite sibarita para los que apreciamos el arte vertido por los más virtuosos jugadores del orbe, en plenas tierras purhépechas, no redundó visiblemente en un incremento de la calidad ajedrecística, ni en la masificación del juego de reyes. De la misma manera que contar con Leonel Messi en Monarcas Morelia no nos restaría la inoperancia futbolera a michoacano alguno. La transferencia de virtuosismo por ósmosis es una falacia. Definitivamente, no es la estrategia a seguir. Las ediciones que se realizaron del torneo, costaron, según cifras oficiales, 36 millones de pesos. El costo de oportunidad para los michoacanos fue el haber dejado de brindar clases semanales de 1 hora en materia de ajedrez a 50,000 niños de primarias públicas, dotar a 200 escuelas de equipo y material de ajedrez, así como la creación de 200 empleos directos.
La Asociación de Clubes de Ajedrez de Michoacán, A.C., propuso en el marco de los foros para la elaboración del Plan Estatal de Desarrollo 2008 -2012, un proyecto, denominado “Ajedrez Social”, en el cual, hay que enfocar desde la perspectiva popular el deporte ciencia y acercarlo, mediante instructores comunitarios a la población, quienes pueden de esta manera, acceder a los beneficios múltiples y transversales que brinda la práctica sistemática y metódica del ajedrez.
El principal enemigo del ajedrez es su desconocimiento, secundado por las etiquetas impuestas por los medios de comunicación que lo colocan cuesta arriba e imposible para el común de la sociedad y lo catalogan como una entelequia ritualística milenaria, de sabios pedantes y envejecidos. Es otra arista más de la gran piedra a destruir, que impide el acceso pleno al ajedrez por parte de la ciudadanía.
Recuerdo en particular un programa que vi cuando era niño, en la serie llamada “Hora Marcada”, en el cual un ajedrecista profesional sufre una hemorragia en plena partida de ajedrez, contextuada por encontrarse en una posición perdedora en el tablero. El silogismo es simplista: el ajedrez acaba con tu vida, pensar acaba con tu vida. ¡No pienses tanto, chamaco, que te va a dar el patatús! Tan terrible o más que la descalificación que se ha realizado recientemente con las indefensas guitarras de Paracho.
En resumen, el ajedrez, así como fue impulsado mediante espectáculos como el Festival Internacional de Ajedrez Linares – Morelia en el sexenio pasado, puede evolucionar grandemente a otra etapa: al conformarse y propulsarse un proyecto de ajedrez social, en el cual lograremos que este magnífico gimnasio intelectual esté al alcance de todos.
Modalidades hay al alcance de todos: existe el ajedrez por equipos, el ajedrez rápido, en el cual puedes jugar partidas a un minuto por jugador, el ajedrez mural, y si se desea incluir el azar, se pueden combinar los dados y el ajedrez, resultando cada número en una pieza diferente a mover. Por categorías tampoco hay límites, en México tenemos un medallista de plata en el Campeonato Iberoamericano en Sub -8 2009, Carlos Sandoval, quien demuestra que podemos ser competitivos en categorías menores, mostrando que nuestros niños son tan inteligentes como el resto de los infantes del orbe.
En particular, a ese respecto, la Asociación de Clubes de Ajedrez de Michoacán, A.C. encabezó en el Congreso Técnico de la FENAMAC celebrado en noviembre del año pasado en Ixtapan de la Sal, Estado de México, una petición que se firmó por todos los presidentes estatales, dirigida a Bernardo de la Garza Sáenz, encaminada hacia que se incluyan las categorías Sub- 8 y Sub -10 en la Olimpiada Nacional Infantil y Juvenil y en los torneos oficiales. El seguimiento a nuestra petición sigue pendiente.
¿Y en Michoacán, qué vamos a hacer por el ajedrez? La respuesta está en todos los ciudadanos. La ACAMAC, está completamente dispuesta a coadyuvar en este proceso.
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